27 de marzo de 2011

Arrepentimientos.

¡Qué difícil se nos hace reconocer nuestras faltas! Por lo general tratamos de justificarlas. ¿A quién le gusta estar del lado incorrecto? ¡A nadie! Por eso buscamos a toda costa justificarnos para estar del lado correcto. Hacerlo, nos trae alivio momentáneo, pero a la larga traerá cansancio a nuestras almas.

Ahora en el silencio de la noche me vuelvo a encarar con mi pasado, no puedo evitar pensar y vuelvo a encender el kinké de las emociones...emociones incontroladas, recuerdos que se mezclan con lágrimas.
La impotencia de ver cómo se escapa mi vida todo aquello que amo, esos seres que nunca más volverán y un sin fin de cosas que da la misma manera que aparecen, se esfuman sin poder hacer nada por evitarlo, ¿o quizá sí?...
Hoy, ahora, en este instante, en mi soledad, dejo que ese caparazón que uso día a día caiga a mis pies; me miro al espejo y veo en mis propios ojos esa tristeza que trato de esconder, necesito descargar mis emociones y dejar que mi tormento huracanado me envuelva... pero a veces noto cómo me dejo lleva...¡me arrastra! Es cuando realmente me asusto de todo e intento poner fin... ¿o no?... a veces ya es tarde, y mi mente se vuelve tumultuosa... todo se envuelve contra mí, algo me grita una y otra vez.
"¿Qué has hecho?" Cuántos errores cometidos, mi insensatez, mi egoísmo... y que por mi culpa muchos seres queridos han sufrido y los he arrastrado conmigo a este túnel sin luz, a este laberinto que es la vida, a la tristeza... ¡No es justo!

Ya es tarde, es... como si una película pasara a gran velocidad por mi mente, "es mi propia vida" "todos mis errores"... todo es agridulce... y un dolor se apodera de mí, nada ni nadie puede hacer nada... es mi dolor. Sé que suena duro... más cuando soy yo la que siempre ha dicho hasta la saciedad que hay que compartir tanto lo bueno como lo malo... y me consta que debo aprender a recibir, a aceptar... pero me refugio en mi caparazón y me aparto... quizá a lamerme mis propias heridas...

Sigo divagando por el cosmos de los sentimientos, buscando sin buscar, y sin saber qué quiero, pero eso sí, cada día que pasa sintiéndome más vacía y más hastiada de todo, es como si ya me conociese el paisaje de la vida, y de alguna manera necesitase otras cosas más frescas.

Quizá mañana esté de nuevo encima de la ola, quizás no me deje hundir y sólo me deje mecer por ella...

4 de marzo de 2011

No te rindas

No te rindas, aún estás a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras, enterrar tus miedos, liberar el lastre, retomar el vuelo.
No te rindas, que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo.
No te rindas, por favor, no cedas,
aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo, porque lo has querido y porque te quiero.
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas, quitar los cerrojos, abandonar las murallas que te protegieron. Vivir la vida y aceptar el reto, recuperar la vida, ensayar el canto, bajar la guardia y extender las manos, desplegar las alas e intentar de nuevo, celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor, no cedas,
aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños.

Porque cada día es un comienzo nuevo.
Porque ésta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás sola.
Porque yo te quiero.


Mario Benedetti.